Las cataratas son un problema ocular bastante común que afecta a millones de personas en todo el mundo. A medida que envejecemos, el cristalino puede volverse opaco, nublando nuestra visión. Afortunadamente, la cirugía de cataratas ha demostrado ser una solución segura y efectiva para restaurar la claridad visual y mejorar la calidad de vida.

Para entrar en tema, vamos a decir que una catarata es un área nublada en el cristalino, es decir, el “lente” natural que llevamos en nuestros ojos que ayuda a enfocar la luz.  Al igual que la presbicia, es una patología muy común asociada al envejecimiento. Solo que mientras la presbicia aparece alrededor de los 40 años, las cataratas hacen su aparición en nuestras vidas bastante más adelante, en la mayoría de los casos después de los 65 y en algunos casos, antes. En efecto, estudios científicos dan cuenta que más de la mitad de todas las personas de 80 años o más tienen cataratas o se han sometido a cirugía para eliminarlas.

Las cataratas son una patología visual en la que el cristalino, que es la lente natural transparente que tenemos detrás del iris, se vuelve opaco. Esta opacidad nubla la visión y puede dificultar actividades cotidianas como la lectura, conducir vehículos o realizar tareas habituales que requieren de una visión clara. La buena noticia es que la claridad visual se recupera a través de una cirugía ambulatoria que consiste en la eliminación del cristalino nublado y su reemplazo por una lente artificial. Se trata de un procedimiento muy practicado en el ámbito de la oftalmología y sus resultados son muy buenos.

Síntomas y diagnóstico

Al principio, es posible que las personas no se den cuenta que tienen una catarata. Pero con el paso del tiempo, las cataratas pueden hacer que la visión se haga borrosa, difusa, o menos colorida, incluso pueden aparecer dificultades para leer o realizar otras actividades cotidianas que requieran fijar la vista.

También puede aparecer dificultad para ver de noche, sensibilidad exagerada a la luz, alteración en la percepción de los colores. Ante cualquiera de estos síntomas, es el profesional de la oftalmología quien diagnostica cataratas mediante un examen ocular completo que evalúa la salud del cristalino y la calidad de la visión del paciente.

En algunos casos, los oftalmólogos podemos indicar la cirugía cuando una catarata interfiere en el tratamiento de otro problema en los ojos, como por ejemplo la degeneración macular relacionada con la edad o retinopatía diabética.

Lo cierto es que tarde o temprano, todas las personas sufren este desgaste considerado natural y asociado al paso del tiempo. Sin embargo, el cristalino puede verse comprometido de manera prematura por problemas metabólicos (como ocurre en la diabetes), traumatismos o por defectos de formación a temprana edad. En estos casos, se denominan cataratas congénitas y por lo general se detectan en los controles oftalmológicos durante la primera infancia.

La Cirugía de Cataratas

La cirugía de cataratas es un procedimiento altamente exitoso y seguro que se ha perfeccionado a lo largo de los años. Es asimismo una oportunidad para corregir su salud visual de manera integral. Es decir, dependiendo de cada paciente, la cirugía de cataratas muchas veces sirve también para corregir otras afecciones como el astigmatismo, la miopía, la hipermetropía y la presbicia por lo que el impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes es altamente satisfactorio. 

En cuanto al procedimiento en el quirófano, la técnica moderna extrae el cristalino nublado en pequeños fragmentos. Luego, se inserta una lente artificial en el ojo para reemplazar al cristalino opaco. La cirugía se realiza de manera ambulatoria, es decir que no necesita internación, bajo anestesia con gotas  y dura aproximadamente unos 10-15 minutos, tras lo cual el o la paciente pueden realizar una vida normal, ahora con una visión mucho más clara.

A todas las personas que se someten a una cirugía de cataratas se les coloca una lente intraocular. Estas lentes mejoran la visión al enfocar la luz en la parte posterior del ojo. Una vez colocadas, no se percibe su presencia, ni requiere ningún cuidado especial y se convierte en una parte permanente del ojo.

Todas estas variantes se evalúan en el consultorio y el objetivo es siempre que el paciente y su entorno afectivo lleguen al día de la cirugía con toda la información disponible y las dudas evacuadas.

Recuperación y Resultados

La recuperación después de la cirugía de cataratas suele ser rápida y la mayoría de los pacientes notan una mejora significativa en su visión a las pocas horas de ser operado. El postoperatorio requiere de algunos cuidados mínimos como la colocación de gotas que el paciente puede realizar por sus propios medios. 

Los resultados son notables, con una visión más clara y nítida, permitiendo a los pacientes disfrutar de una calidad de vida mucho mejor.

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Perfil del doctor Panichelli

El doctor Mauro Panichelli es un joven profesional nacido en Firmat altamente capacitado, con una destacada formación en el campo de la oftalmología. Cuenta con varios años de trayectoria en atención a pacientes en clínicas especializadas de Firmat, Rosario y Ciudad de Buenos Aires. 

Realizó una subespecialización en Glaucoma con formación nacional e internacional y ha realizado numerosos cursos de posgrado y especialización, además de disertar en congresos nacionales e internacionales en la materia.

Por Mauro Panichelli
(Oftalmólogo – Director de Oftalmo Firmat)

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