Rodrigo Segurado continúa con el legado familiar de su abuelo y su papá. Fue él quien le transmitió la pasión por los animales. Hoy, en ese mismo campo, Rodrigo lleva adelante su proyecto personal con la Cabaña Baracutey y produce cabras raza Boer de Argentina. Con los ejemplares que produce, obtuvo siete reconocimientos en Agroactiva 2024.
Pero el camino comenzó mucho antes, cuando Rodrigo criaba cabras criollas. “Compré un reproductor puro, vi que salían muy lindas, que imprimían mucho. Me gustó la mansedumbre de la raza, la diferencia en kilo de carne y demás. Después, como soy ansioso, no esperé los años que tendría que haber esperado, vendí todo y compré un par de reproductoras puras y un macho puro y arranqué (con la raza Boer)”, recuerda Rodrigo Segurado en diálogo con El Correo.
“La raza Boer, es de origen sudafricano, muy distinta al criollo. Decís cabras o chivos y la gente piensa que va a saltar por todos lados, que le va a comer todo, que le va a romper todo. Pero esta raza es muy distinta, son animales más pesados, más grandes, más mansos. Básicamente tiene una gran aptitud carnicera, pero son también muy prolíferos y muy buenos productores de leche. Apunté a hacer genética, no a hacer cabrito de carne para consumo. Vendo animales acá en la zona, pero la gran mayoría se van al norte, al oeste, al sur, lejos de esta zona ”, detalló Rodrigo.
Con respecto a las características que diferencian a la raza Boer del resto y al por qué de su elección, el Cabañero oriundo de Cañada del Ucle explicó: “Porque son mansos, porque los largás al lote y no son animales que van a caminar y se van a ir. Todo lo contrario, van, comen y vuelven. Son muy mansos. En el campo mío ni siquiera tengo tantas instalaciones, los alambrados no son más de 1, 10 mts. de alto y lo respetan a la perfección”, definió.
En cuanto a su llegada a las diferentes exposiciones, Rodrigo señaló que “cada vez apuntás a tener mejores animales, el que te compra te dice por qué no vas a tal o cuál lugar. Por otro lado, me contacto con la mayoría de cabañeros de bovinos y caprinos, ya los conozco desde antes, entonces me invitan”.
“El año pasado me invitaron a un remate a una cabaña importante de la zona y nos fue muy bien. Después me invitaron a Catamarca, y fui a competir y a vender y nos fue muy bien y ahí arrancamos”, indicó en relación a lo sucedido en diferentes muestras.
Después de Catamarca, llegó la primera y exitosa experiencia en Agroactiva con la presentación de sus ejemplares de raza Boer de Argentina, cuyas categorías se dividen según la edad. “Presenté un macho diente de leche, una hembra diente de leche, una hembra dos dientes y una hembra cuatro dientes”, precisó y posteriormente enumeró los premios obtenidos “con el macho saqué Reservado de Gran Campeón”.
“La hembra diente de leche salió Reservada de Gran Campeona y Campeona en su categoría. La de dos dientes salió Campeona en su categoría y tercer Mejor Hembra. Y la de cuatro dientes salió Campeona en su categoría y Gran Campeona”, puntualizó Rodrigo Segurado.
Con referencia a los resultados, el cabañero remarcó que le trajo muchas satisfacciones, “gente que te llama, gente que de otra manera no te conoce. Satisfacciones para mí, para mi viejo que se queda en el campo cuando yo me voy y que está siempre atrás de mí”, aseveró.
Previo a los reconocimientos, está la evaluación específica de los diferentes ejemplares, en ese sentido, como es básicamente una raza carnicera, Rodrigo explicó que “lo primero que se evalúa es que sea musculoso, que sea fuerte. La forma de la cabeza, la forma de la guampa, la inserción de guampa, cómo pisan (lo que se llama plomos), cómo caminan, los dientes, la mordida, las tetillas. Es un montón de cosas que hay que tener en cuenta”, especificó.
La próxima exposición para Rodrigo y sus ejemplares de Boer será en Palermo, donde las exigencias son muy estrictas. “Si bien vos tenés los animales inscriptos con pedigree y todo, pero previamente a Palermo vos tenés que mandar los pelos, que te coincida el ADN con los padres que tenés anotados”, precisó a El Correo.
“A Palermo va gente que está criando hace 20 o 30 años y que por ahí la tiene más clara que uno que recién arranca. La idea ahora es ir, participar, hacer experiencias y ver qué pasa”, concluyó.
Por Elías Ferreyra