(Ligamento Cruzado Anterior)

Como profe y entrenador, les puedo decir que en el mundo del deporte, la integridad física es esencial, y en ese aspecto, el ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla juega un papel fundamental. Pero para tener un poco más de conocimiento, en esta nota decidí charlar con un experto en la medicina traumatológica y deportiva, el Dr. Roberto Álvarez (Mat. 9711).

Él comienza diciéndome que el LCA es un estabilizador intrínseco de la rodilla y forma parte de un sistema complejo que asegura el funcionamiento óptimo de dicha articulación, y tal cual es el Dr. Álvarez (con dibujitos, palabras con letra de médico y más) me dió una clase magistral de este tema. Asi que allá vamos…

El Complejo Estabilizador de la Rodilla

La rodilla, como articulación, se sostiene en su lugar gracias a una combinación de elementos. Los ligamentos internos y externos, junto con el LCA y el LCP (ligamento cruzado posterior), forman el sistema de estabilización intrínseco o interno. A esto se suman la cápsula articular y los ligamentos accesorios en la cápsula posterior. Notarán que la rodilla tiene varios ligamentos, no solo dos.

Los huesos también desempeñan un papel vital en la estabilización, ya que la rodilla es la unión de dos huesos que necesitan un sistema de soporte para funcionar sin problemas.

Todos estos, nombrados anteriormente, forman lo que se conoce como “estabilizadores internos”. Por fuera, encontramos los “estabilizadores externos” que son los músculos.

Ambos sistemas dan un aparato estabilizador que se regula con la PROPIOCEPCIÓN, que es lo que se educa con los gestos y movimientos para cada deporte.

“O sea, cuando se rompe el LCA, los receptores de tensión en el mismo, dejan de funcionar, por lo que se anula o retarda la respuesta propioceptiva. Es así, cuando una rodilla se gira mal, en millonésimas de segundo, el sensor informa al centro del equilibrio, que haga una maniobra para no romperse (eso es la Propiocepción)” me cuenta el especialista en Traumatologia Deportiva, y agrega “Por eso, luego de la cirugía, se reeduca a la rodilla tantos meses. NUNCA el nuevo neoligamento va a tener los sensores de movimiento, ya que son tendones que se ponen para reemplazar el ligamento original. La rehabilitación usa y entrena los de la capsula posterior y laterales. Así se recupera la capacidad de volver a jugar”.

Función del LCA

“El LCA tiene una función crucial: prevenir el desplazamiento de la tibia hacia adelante, mientras que el LCP previene que la tibia se vaya hacia atrás” comenta Roberto, y añade “estas funciones son esenciales para la estabilidad de la rodilla y su capacidad para soportar cargas durante actividades deportivas ya que dan estabilidad intrínseca”.

Lesiones y causas comunes

En su explicación, el traumatólogo me dice que desafortunadamente, las lesiones del LCA son relativamente comunes, siendo el esguince de rodilla de origen deportivo la causa más frecuente. Le siguen en incidencia los accidentes en moto y las caídas desde altura.

Los síntomas que experimentan las personas afectadas incluyen una sensación de inestabilidad en la rodilla y limitaciones en ciertos movimientos, especialmente los de giro.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se basa en la clínica, los antecedentes del accidente y la presencia del signo de Lachman positivo (examen manual que realizan los médicos). La confirmación se realiza a través de una resonancia magnética nuclear (RMN).

Las lesiones del LCA suelen requerir cirugía, conocida como PLASTIA LCA. Existen varias técnicas quirúrgicas, como el uso de tendones semitendinoso y recto interno (ubicado en la zona de los isquiotibiales) o tendón del cuádriceps. El tratamiento conservador solo se aplica en casos de distensión del LCA que no genere inestabilidad.

Rehabilitación y Prevención

La rehabilitación después de la cirugía es un proceso gradual que incluye ejercicios pasivos de flexo-extensión, seguidos de kinesioterapia para recuperar la flexión completa en un tiempo específico. Se enfatiza la ganancia de fuerza muscular y la propiocepción. A largo plazo, mantener una vida activa y físicamente en forma, puede ayudar a prevenir la artropatía degenerativa. “No hay un tiempo preciso de recuperación, pero sabemos que hoy en día, una lesión de esta índole no se recupera en cuatro o cinco meses…” aclara el experto.

La educación y la preparación física son claves

Por último, charlamos sobre la preparación física dentro y fuera de la cancha, para cualquier persona, lo cual me advirtió que “La prevención es fundamental. La educación en la buena propiocepción, el entrenamiento de la fuerza y la preparación física adecuada, son esenciales” y agrega “es importante señalar que muchas lesiones ocurren debido a la fatiga muscular, donde la musculatura no puede compensar un movimiento incorrecto debido al agotamiento”.

Para ir terminado y como conclusión para los amantes del deporte, mantener una vida de actividad física, mantenerse en buena forma y reducir la carga y el riesgo con la edad, es esencial para evitar problemas en las rodillas. La preparación física específica para el deporte que se desea practicar, es un trabajo que lleva años, pero vale la pena.

Entrenarte, que te entrenen y disminuir lo más que se pueda el riesgo de lesión, marca la diferencia entre una carrera deportiva exitosa y lesiones dolorosas. La protección de este estabilizador intrínseco de la rodilla es una responsabilidad que todos los deportistas deben abrazar para disfrutar de un futuro lleno de actividad física y bienestar.

Por Juan Andrés García
(Profesor Nacional de Educación Física)

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