Antonella Cinalli es de Firmat. Desde niña siempre le gustó pintar, dibujar, crear. Quizás por eso, cuando llegó el momento de ir a estudiar a Rosario eligió arquitectura.
Sin embargo, Antonella siguió buscando, no se quedó de brazos cruzados, sabía que había nuevos mundos por descubrir. En esa búsqueda, allá por 2018, conoció una manera diferente de expresión, de arte en agujas, que en las próximas semanas le permitirá recorrer distintos países y mostrar su talento por Europa.

Al respecto, la tatuadora firmatense de 31 años charló con El Correo y brindó detalles sobre la experiencia que vivirá entre abril y mayo de 2025, donde estará llevando adelante su labor en ciudades de Italia, Albania, Croacia, Hungría, Austria, República Checa, Países Bajos, Bélgica y Dinamarca. También reflexionó sobre el corto pero intenso camino recorrido en estos años y lo que está por venir.

“Cuando arranqué a tatuar, jamás pensé vivir esto, estar tan metida en el rol del artista. Hoy siento que el tatuaje no es más mi medio de expresión sino ya es parte de mi identidad”, expresó la artista local.
“Antes veía el arte como mi pasión y hoy el tatuaje es mi historia, es mi manera de aprender, son mis logros y me encanta ver cómo con el tiempo me fue llevando hacia el estilo que hoy me especializo como tatuadora, que es el tatuaje botánico, principalmente el de las flores, ya que es lo que más me representa”, reflexionó, y aseguró: “El haber logrado desarrollarme en ese estilo fue parte clave de mi evolución como artista”.

“El tatuaje me dio un montón, sobre todo la posibilidad de conocer personas increíbles. Me encanta ver cómo cada tatuaje tiene su propia historia, cómo la gente conecta de una manera súper especial en la sesión y se abre a la experiencia totalmente”, comentó Anto.
“Definitivamente, esto es mucho más grande de lo que imaginaba en mis comienzos y lo mejor es que sin duda todavía tengo un montón de espacio para el crecimiento y estoy segura de que el arte me va a seguir sorprendiendo con sus infinitas posibilidades”, agregó.

Más que una gira por Europa
En cuanto a la aventura que afrontará por Europa entre abril y mayo, Antonella se mostró entusiasmada y dejó en claro, que buscará que sea una experiencia integral. “Los viajes para mí son una hermosa oportunidad de crear conexiones y, por otro lado, porque siempre estoy buscando nuevas experiencias que me inspiren”, indicó.
“Mis expectativas son bastante altas, tengo previsto visitar muchos museos de arte, conocer a otros tatuadores y otros estudios también, porque para mí es una muy buena forma de sentirte un poco más local en cada lugar y así aprender muchísimo más también”, sostuvo.

En ese marco, precisó a El Correo: “Esta vez voy a estar en varios países, voy a estar en el sur de Italia, voy a estar en algunas ciudades de Albania, de Croacia y después voy a hacer Budapest, Viena, voy a hacer Praga, Dinamarca, Amsterdam, entre otros, y ya en algunos lugares tengo estudios que me reciben, como por ejemplo en Amsterdam”.
A su vez, la artista local detalló que ya tiene algunas reservas para tatuar, y que tiene abierta su agenda mediante redes sociales. “Es la primera vez que voy a estar en la mayoría de estas ciudades, mi idea es empaparme bien del arte que hay ahí. Son ciudades que las fui eligiendo por su historia artística”, confesó.

Por otra parte, Antonella explicó: “Los intercambios de arte y de cultura entre los tatuadores se dan en la mayoría de los casos gracias a estos intercambios de estudios, pero, sobre todo por las redes sociales”.
“Hay una conexión entre los artistas de diferentes partes del mundo que está muy buena y cuando se genera esa red de confianza surgen muy buenas oportunidades. Y lo lindo que tiene cada lugar, de visitar distintos lugares, es que cada uno tiene su estilo, cada uno tiene su gente que es muy distinta, y creó que ahí surgen experiencias enriquecedoras”, reflexionó.
Intercambio, aprendizaje, crecimiento
En 2022, Antonella vivió una experiencia del mismo estilo, pero en los Emiratos Árabes, más precisamente en Dubái. Tres años después, Cinalli recordó aquella vivencia y la trajo a su presente, en relación a lo que está por venir. “Dubái para mí fue un punto de quiebre”, aseguró.
“Fue un desafío gigante porque fue la primera vez que viajé a trabajar tan lejos y en un contexto que es completamente nuevo y distinto al mío. Me obligó sí o sí a salir de la zona de confort y la verdad es que hoy siento que crecí un montón como artista y como persona”, contextualizó.

“A partir de ese viaje me animé a cambiar muchas cosas como por ejemplo el estudio que ahora lo mudé a un espacio mucho más cómodo y más luminoso acá en Rosario. También hizo que empiece a viajar mucho más seguido tatuando como el año pasado que en junio hice gira por España y en noviembre estuve en un estudio en Montevideo, que tuve la posibilidad de conocer ahí a muchos artistas con una notable trayectoria”, explicó.
“Siento que cada viaje me ayuda a apreciar todo lo que fui evolucionando en estos años y a valorar el nivel que tenemos también como artistas argentinos, que la verdad esta a la altura de tatuadores de distintas partes mundo”, manifestó Antonella, y concluyó: “Es un intercambio muy enriquecedor, donde aprendemos el uno del otro, es buenísimo e inigualable”.

Por Manuel Carreras