Tras un ciclo difícil marcado por la sequía, el maíz se perfila como el gran protagonista de la próxima campaña gruesa. El último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca una recuperación de la humedad de los suelos, un factor clave para un arranque óptimo de la siembra.


Después de cinco años de sequía, la región núcleo no comenzaba una campaña con perfiles de suelo tan cargados de agua. Desde la campaña 2020/21 hasta la 2022/23, los suelos sufrieron el impacto de una triple “Niña”, que agotó las reservas de humedad, incluso a niveles profundos.


Sin embargo, a partir de marzo de este año, la situación dio un giro rotundo, no solo se recargó el primer metro de los perfiles, sino que también se impulsaron las napas subterráneas. Esta reserva de agua es crucial, ya que puede amortiguar hasta 20 días de estrés hídrico y calor, protegiendo al maíz en sus etapas más sensibles.


Con la humedad garantizada, la decisión de los productores es clara: buscar el máximo potencial. Los técnicos del sector coinciden en que la siembra de maíz se generalizará entre el 10 y el 20 de septiembre, aprovechando al máximo las excelentes condiciones edáficas.
