Raquel Blazzon se inició en la gastronomía a los 18 años, cuando llegó a Firmat y se casó con Héctor Benegas, cuya familia estaba ligada al negocio culinario desde hacía tiempo.
A prueba y error, con mucho amor, fue moldeando una identidad gastronómica que desde hace décadas identifica su restaurante: Kefren.
Hoy, en la compañía de su hijo Marcelo, Raquel despierta sabores que son sinónimo de calidad en el paladar de los firmatenses.

Por Mariano Carreras


