Chovet vive días y horas de pura emoción y alegría. Después de diez años, San Martín rompió el maleficio y volvió a la élite de la Liga Venadense de Fútbol.
Un pilar fundamental en este logro tiene un mentor llamado José Luis Rossi, quien siempre ofició de bombero para socorrer y sacar de los momentos más complejos a la Franja. Hoy, la realidad es otra. El Piojo lideró al equipo chovetense, que el próximo año jugará en la A. Casualmente, también había sido el entrenador en el último ascenso del club allá por 2013.


“La felicidad es absoluta, una alegría inmensa que costó mucho trabajo, pero que trajo sus frutos y pudimos lograr lo que tanto anhelamos”, expresó Rossi, en comunicación con El Correo.
“Creo que en estos últimos años buscamos el ascenso. Se nos negó el año pasado y este año volvimos a ser protagonistas”, valoró el Piojo, quien destacó que el deporte siempre da revancha, en relación al año pasado.


Cuando sonó el pitazo final, el Piojo relató que en lo primero que pensó fue en sus seres queridos. “En mi querida familia, que me banca siempre, al igual que mis amigos, y recordar siempre a quienes ya no están”, dijo.

De cara al año que viene, José Luis fue cauto. “Por ahora, queremos festejar y descansar unos días. Luego de todo eso, veremos qué decisión tomaré laboralmente para el 2026”, sentenció.
“Agradezco a los jugadores por el esfuerzo y predisposición al trabajo, a mis compañeros del cuerpo técnico, dirigentes y a la hinchada. No hay nada más lindo que ver a mucha gente feliz; logramos eso, y seguramente nadie se olvidará de lo vivido”, cerró Rossi.

Por Franco Camiscia









