Las estimaciones de hace un mes atrás mostraban una intención de siembra de 6.92 millones de hectáreas para el trigo 24/25, con ese número, estaríamos ante un nuevo récord para el cereal. Pero la falta de precipitaciones durante junio y lo que va de julio, la cifra se recortó a 6.72 millones de hectáreas. “A pesar de la falta de lluvias de junio y julio, se ha podido sembrar el 90 % del trigo Argentino y el recorte es de 200.000 hectáreas”, informaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.


“En este ciclo 2024/25, el trigo se sembró en forma temprana en el centro y norte de Argentina. Pese al miedo de recientes campañas cuando las heladas tardías hicieron daño, en este ciclo se impuso la necesidad de hacer el cereal. Mantener gramíneas en las rotaciones en el centro y norte del país tras el impacto de la chicharrita, y la necesidad financiera, tras 3 Niñas seguidas forzaron la siembra contra reloj para ganarle a la desecación de la cama de siembra”, añade el informe de Informe Especial Mensual sobre Cultivos elaborado por Cristian Russo de la BCR.

“El importante pulso húmedo que dejó el final de El Niño con las significativas lluvias de marzo y abril fue clave para implantar el trigo. El norte y centro del país se apresuraron en completar la importante intención de siembra que había este año, aprovechando la humedad, sembrando incluso a más profundidad y con un inesperado aliado que fue el inédito calor de la primera quincena de junio, que incentivó un rápido establecimiento en lotes sembrados hasta 7 centímetros de profundidad”, explica el informe.


Más arriba se indica que a pesar de la falta de lluvias, se ha podido implantar el 90 % del trigo, pero se han descontado 200 mil hectáreas. Dea cuerdo a la BCR, esas hectáreas se distribuyen de la siguiente manera: “se han restado 80.000 hectáreas en el NO bonaerense, 20.000 en La Pampa, 50.000 en Santa Fe y 50.000 en Entre Ríos”.