La asistencia a las urnas del último domingo marca un récord que debe poner alerta a todas aquellas personas que sabemos que la democracia es importante, que la democracia tiene defectos pero también genera oportunidades.
La bajísima concurrencia a las Elecciones Generales hace que incluso, los candidatos más votados, deban bajar la intensidad del festejo y empezar a preguntarse qué está pasando ¿Por qué la gente decide no ejercer el derecho a votar?

No hay democracia de calidad sin participación ciudadana. Por tal motivo, el 52% de votantes que este fin de semana hubo Firmat, el 42% de Venado Tuerto o el 48% de Rosario (ciudades donde se renovó la mitad del Concejo Municipal) es un llamado de atención que no debe, que no puede, pasarse por alto.

El porcentaje de concurrencia a las urnas del domingo es el más bajo desde que en 1983 regresó la democracia a la Argentina.

Grandes y jóvenes deben comprender que no hay un futuro mejor sin participación ciudadana.
Los dirigentes de hoy que admiran a los líderes históricos de la democracia tienen la oportunidad y el desafío de encontrar una razón que los acerque, de tener un gesto de generosidad en pos de fortalecer la democracia.

Negar los hechos, no reflexionar sobre lo que está sucediendo, creer que cada uno se salva solo, es un mal diagnóstico, es el camino a un sistema que lejos está de la democracia que soñaron quienes forjaron una Nación cimentada en valores constitucionales y republicanos donde el bienestar colectivo es lo importante.

Por Mariano Carreras
 
  
             
  
  
				 
				 
				 
				 
				 
				








 
								 
 
