El tema no está en agenda, no se debate en el Concejo, no se charla en la calle ni se menciona en los medios, pero es una situación que impacta en la ciudad y nos hace ir un paso para atrás. Desde mediados de mayo, la Fiscalía de Firmat no tiene un fiscal a cargo.
Los delitos, los siniestros, los accidentes y los hechos de violencia que acontecen en nuestra ciudad están bajo la responsabilidad de los fiscales de Melincué (Susana Pepino y Julián Cochero) que además tienen que atender los acontecimientos de muchas otras poblaciones del sur provincial.
La ausencia de Fiscal en Firmat se debe a que por razones personales -más que válidas y que no corresponde mencionar en esta publicación- la Dra. Servidio Pozzi está de licencia. Desde ese momento hasta hoy nadie ocupó la vacante.
En este escenario, como trabajador de prensa me tocó oír en varias oportunidades a funcionarios de distintos poderes manifestar -por lo bajo y disimuladamente- las dificultades que padecen al no tener alguien que aborde los temas de la ciudad con más celeridad.
Esta dificultad también impacta en la comunicación de los hechos que se suceden y en quienes buscamos informar con responsabilidad y mediante fuentes oficiales. Aunque muestran total predisposición, muchas veces los fiscales de Melincué (que tienen que abordar múltiples temas en simultáneo) no llegan a informar sobre hechos con la dinámica que la actualidad informativa de hoy demanda.
El jueves 22 de mayo, la Asamblea Legislativa provincial dio luz verde a la designación de 39 fiscales adjuntos subrogantes, dos de las cuales fueron asignadas a Firmat. Sin embargo, hasta el momento no prestaron juramento y por ende no ejercen en el cargo.
A inicios de 2023, se inauguró la Unidad Fiscal de Firmat. Su llegada representó un paso adelante en el abordaje de asuntos penales. La presencia del Ministerio Público de la Acusación en Firmat fue el logro para la ciudad que se consiguió mediante una ardua gestión de autoridades locales y de la región.
Hoy hemos dado un paso atrás. Ojalá sea solo por un momento.
Por Mariano Carreras
-
-
-
-
-
