Juan Pablo Scardino terminó la secundaria con el deseo de seguir estudiando, pero la vida le propuso otros tiempos: fue padre joven y la prioridad pasó a ser el sustento familiar. Sin embargo, esa chispa quedó latente durante diez años, hasta que el Centro Universitario de Firmat (CUF) abrió una puerta que parecía cerrada. A través de un convenio con la UNR, la llegada de la carrera de Mecatrónica Industrial le permitió retomar sus estudios sin tener que alejarse de sus responsabilidades y de su hogar.
El regreso a las aulas no solo le brindó herramientas técnicas, sino que le permitió descubrir una vocación inesperada. Al observar el trabajo de sus propios profesores, Juan Pablo sintió el “clic” de la docencia. “Me dio la entrada al mundo de la docencia, que fue un cambio radical en mi vida”, aseguró. Esa formación inicial en el CUF fue el cimiento para que, años más tarde, decidiera realizar allí mismo el Profesorado de Enseñanza Superior, completando su perfil profesional.
Hoy, la realidad de Juan Pablo es muy distinta a la de aquel joven que puso sus estudios en pausa. Es profesor de nivel secundario en la Escuela Técnica de Firmat, donde transmite sus conocimientos de mecatrónica a las nuevas generaciones.
Para él, estar “del otro lado” del escritorio tiene un sentido profundo. “Es muy gratificante poder transmitirles a los jóvenes lo que uno aprendió y ver del otro lado lo que uno, en su momento, tuvo”, reflexionó con orgullo. A su vez, Juan Pablo no dudó en reconocer el valor de contar con el CUF al alcance de la mano: “La verdad que yo le debo mucho de lo que hoy puedo hacer”.
Por Mariano Carreras
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