En noviembre de 2020, Gastón (25 años) perdió la vida en un siniestro vial que aconteció cerca de nuestra ciudad. Intentando aliviar el peso de la pena y con el propósito de mantener viva la memoria de su hijo en acciones nobles, Griselda, su mamá, creó un grupo llamado Sonrisas de cielo.
Fue así que desde su localidad (Chovet), Griselda Martinotti empezó a reunir a personas de toda la región decididas a acompañarla en la ardua misión de apadrinar a la Escuela de Techat, un paraje del impenetrable chaqueño ubicado a 12 kilómetros de la localidad de Miraflores.
Este año, el grupo viajó en dos oportunidades y realizó distintas intervenciones destinadas a mejorar la calidad de vida de la comunidad Wichi que allí habita.
En 2025 planean volver a viajar para seguir fortaleciendo el vínculo con los habitantes del lugar e intentar brindarles más herramientas que le mejoren el día a día en materia sanitaria, educativa y alimenticia.
En la actualidad, Sonrisas de cielo está integrado por personas de las localidades de Elortondo, Melincué, Carreras, Firmat, Cañada del Ucle, Los Quirquinchos, Venado Tuerto, Chovet y Arroyo Seco, entre otros.
Días atrás, Griselda visitó la redacción de El Correo. Durante la charla brindó detalles de la tarea que realizan gracias a la labor de hombres y mujeres de nuestra región. También aseguró que en todas estas acciones siente el acompañamiento de su hijo, que es la razón por la que decidió comprometerse profundamente con quienes tanto necesitan.
Por Mariano Carreras
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