Con respecto al trigo en la región, podemos decir que la siembra se encuentra prácticamente finalizada, quedando quizás los últimos lotes que por cuestiones muy puntuales de exceso de humedad no se pudo realizar.


Si bien las heladas y vientos de los últimos días generaron una evaporación de la humedad que estaba presente en esos primeros centímetros del suelo, la humedad en el perfil se encuentra en un estado óptimo, apenas por debajo de la capacidad de campo que tiene un lote de la región, pero lejos del punto de marchitez donde comienza a comprometerse el estado general del cultivo.
Analizando los informes de la Bolsa de Comercio de Rosario, además, se observa que en esta campaña la relación hectáreas de soja/gramíneas (trigo+maíz) vuelve a ubicarse en uno de los niveles más bajos de los últimos 15 años; dicho valor relativo de 1.4 o sea que por cada hectárea de gramínea sembradas hay 1.4 hectáreas de soja.


Para tener de referencia, este valor en las campañas 14/15/16 se encontraba alrededor de 4, o sea que por cada hectárea de gramíneas se sembraban 4 de soja. Este aumento de las hectáreas sembradas con gramíneas significa en primer lugar que tanto trigo como maíz se convirtieron en cultivos que compiten en rentabilidad con la soja de primera, además de generar un sin fin de beneficios agronómicos a los lotes de la región.
Por último, y volviendo específicamente al trigo de la presente campaña, hasta el momento se observa una buena emergencia, un buen control de malezas realizado en los barbechos presiembra, y un manejo tecnológico de los lotes medio a alto realizado por los productores en lo referente a fertilización.

 
  
             
  
  
				 
				 
				 
				 
				 
				








 
								 
 
