De acuerdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el ajuste en la producción de la actual campaña se debe al daño causado por la “chicharrita”, que es un vector del spiroplasma, una bacteria que “ha tenido un impacto sin precedentes en el cultivo del maíz”, aseguraron desde la entidad.
El impacto sobre la producción se acerca a los 7 puntos, “la estimación se ubica en 50,5 millones de toneladas (Mt), frente a las 57 Mt proyectadas en marzo”, añade el informe. En este sentido, Cristian Russo, de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, remarcó que “es la primera vez que se observa un daño tan importante por un factor no climático en nuestras estimaciones”.
La expansión territorial de esta plaga, junto con la enfermedad que transmite, ha sorprendido tanto por su velocidad como por su alcance, afectando áreas que previamente se consideraban fuera de peligro.
El informe detalla cómo esta situación ha llevado a una disminución en el rendimiento promedio nacional a 70,4 quintales por hectárea, lo que representa una baja de 6,5 quintales por hectárea respecto a lo esperado inicialmente, además de la reducción de 225.000 hectáreas destinadas a la cosecha de grano debido al impacto de la enfermedad.
El daño provocado por el spiroplasma se destaca en la historia reciente del cultivo, eclipsando incluso las pérdidas ocasionadas por la ola de calor de marzo de 2023. Chaco emerge como la provincia más afectada, con localidades como Gancedo reportando pérdidas de entre el 50 al 70 % del área sembrada. La situación es compleja también en Santiago del Estero, Salta, Tucumán, y se extiende a Córdoba y Santa Fe, donde se han visto fuertemente afectadas áreas que antes se consideraban con potencial para altos rendimientos.
Por Elías Ferreyra