Por Ricardo Marino
Hace unos días leí un escrito de mi colega Enrique Agüeo y quedé tan sorprendido que me sentí comprometido a hacer unas reflexiones sobre la problemática de la Banda de Firmat, antes de continuar voy a presentarme por si alguien tal vez piense que no tengo conocimiento sobre lo que voy a expresar, mi nombre es Ricardo Marino, he sido Director de la Banda de Las Parejas, Segundo Maestro y arreglador de la Banda de Firmat, me desempeñé como solista de trombón y luego arreglador de la Banda Sinfónica de Policía de Rosario, Primer trombón de la Orquesta sinfónica provincial de Rosario y creador y profesor de la Cátedra de trombón de la Escuela de Música de la UNR de humanidades y artes.
Hay una famosa frase (que todos los músicos conocemos y utilizamos) que es del gran director y compositor de jazz Duke Ellington “nada de esto tendría sentido si no tiene swing”, y que significa esto en todo el arte y la cultura, que todo debe hacerse con entusiasmo, con elegancia, con perseverancia y con ALMA, es decir poner toda la energía humana en el campo de las artes para que el ser humano, tanto el que hace posible el espectáculo (en este caso que funcione un organismo musical) como el receptor, salgan reconfortados de tal labor, esto es incluso a mi entender superior a las actividades deportivas (aunque me agradan también) donde en un torneo la mitad está alegre y la otra no, en la música todos ganamos, si está hecho con “swing”, con amor, con dedicación y buscando la excelencia y llegando a lo más profundo del sentir humano, y si hay alguien que ama a la Banda de Firmat, que se ha desvivido y esforzado por que esta continúe es Enrique Agüero, que no necesita que yo lo defienda, porque quien lo conoce sabe de su caballerosidad, respeto y conocimiento (yo que ahora integro la tradicional Jazz Band escucho sus solos e intervenciones para sacar ideas del estilo que tan magistralmente interpretó y grabó).
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Estamos en épocas en que el “hablemos o actuemos sin saber” no da vergüenza, como en otros tiempos, incluso esto llega especialmente a nuestros dirigentes, no hace falta que escuchen Jazz o Musica académica etc. Sino que tengan una pizca de sentido común, la labor de un organismo musical es grandiosa para una mejor sociedad, ya que educa a los jóvenes en la organización, en el escuchar al otro, en cumplir un rol en beneficio del conjunto etc. No me voy a explayar más para explicar esto a los políticos de turno porque es probable que sea inútil, como hacerle entender a un mono como funciona una computadora.
Pero veo que después de 24 años en los que yo pasé por los mismos problemas, ningún funcionario tuvo la delicadeza de dedicarle un tiempo a preguntarle a los que saben del tema, cuales son las necesidades de la Banda (que es historia y orgullos de los firmatenses y la provincia de Santa Fe), que necesita, como jerarquizar el sueldo de los Directores (4 veces más abajo que antes y en negro, sin los característicos uniformes e insumos para instrumentos, que no van a desfinanciar para nada a la ciudad, ya que en nombre de los números se comete todo tipo de tropelías).
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Por último espero que los responsables de solucionar los problemas de La Banda de Firmat tengan la entereza de revertir todos los problemas por los que hace décadas pasa esta tan importante institución, no es gasto, no es discursos, es hacer, es darle a los ciudadanos lo que merecen y le corresponde, es tener “swing”, es tener ALMA, a veces es bueno dejar el orgullo o tal vez esa sensación de poder, para pisar a personas que dependen de las decisiones de una oficina y hacer algo bueno por el prójimo.