Capilla de Fátima: realizarán una pollada para recaudar fondos

La Capilla ubicada en barrio Fredriksson necesita muchos arreglos. Y ante la falta de ingresos, realizarán una pollada con el objetivo de poder llevar adelante los trabajos. El Correo dialogó con una de las colaboradoras de la institución y recorrió las instalaciones para conocer en profundidad cuáles son los inconvenientes.

Desde hace tiempo, la Capilla Nuestra Señora de Fátima tiene serios problemas en su infraestructura y por estos días, los vecinos colaboradores de la institución han decidido hacer una venta de pollos asados para recaudar fondos y poder realizar las obras y trabajos de mantenimiento necesarios.

El Correo se acercó a la institución ubicada en Florida y Andrade en barrio Fredriksson. Allí dialogamos con Estela, una de las colaboradoras desde hace años quien mostró las instalaciones y detalló cada uno de los problemas que tiene el edificio y los cuales quieren solucionar lo antes posible.

Necesitan hacer un mantenimiento en general de lo que es la Capilla, el salón aledaño y la casa de los sacerdotes. En una de las habitaciones de la casa ingresó agua por el techo y se incendió un enchufe, por lo tanto, allí no hay luz. Y en la otra habitación, donde guardan la ropa de los sacerdotes, ya hicieron trabajos porque ingresó mucha agua que arruinó paredes y la puerta. Para su realización pidieron un préstamo y con la pollada pretenden devolverlo.

Además, es necesario hacer trabajos de revoque y pintura en el salón parroquial, hay ventanas rotas, necesitan hacer enrejados para proteger vidrios, y también la campana (que tienen una nueva para colocar después de que sustrajeron la que tenía) y el motor del aire acondicionado (que fue robado, pero pudieron recuperarlo) pero aún no fue colocado. El objetivo también es pintar el frente de la institución.

“Hace años que no se hace nada para la Capilla, está todo caro y tenemos que pagar porque no tenemos quien nos ayude”, expresó Estela quien es una de las colaboradoras.

“El frente de la Capilla se pintó antes de la pandemia con ‘Barrios de pie’, que ellos ofrecieron la pintura y la gente, y bueno, a partir de ahí nunca más se pintó. Queremos que la gente vea cómo está la Capilla para que nos colabore”, agregó.

Haciendo referencia a su labor en la institución y a algunas de las cosas realizan para que siga en pie, Estela indicó que “entre cuatro mujeres, ahora somos tres, íbamos poniendo dinero de nuestro bolsillo para las hostias, el vino, las velas y las flores que cada tanto íbamos comprando. Pero el Padre Iván nos dijo que eso tiene que salir de la colecta, que no tiene que haber otro fondo, y que, para pagar la luz, el gas y lo que haga falta hay que hacer algo, entonces hacemos esta pollada”.