Desde el INTA informaron que la ola polar registrada durante las dos últimas semanas impactó en la población de la chicharrita y ayudó a reducir la presencia de esta plaga que afecta al maíz.
En ese sentido, desde la entidad informaron que “las bajas temperaturas y heladas persistentes afectaron a estos insectos que buscan sobrevivir durante el invierno refugiados en cultivos invernales de cobertura o en vegetación espontánea en la región pampeana”.
El investigador del INTA Barrow (Buenos Aires), Fernando Ross, explicó que “la chicharrita, vector de virus y bacterias causantes del achaparramiento del maíz, es un insecto proveniente de zonas tropicales. Es decir, no le gusta el frío”, además, indicó que este tipo de plaga tiene la capacidad de sobrevivir a -5ºC durante 24 horas. “En definitiva, la plaga se enfrenta a un escenario complejo. Todo indicaría que el frío y las frecuentes heladas van a favorecer al saneamiento de gran parte del área pampeana”, aseguró Ross.
Por su parte, el investigador del INTA Rafaela (Santa Fe) Federico Massoni, agregó que “los bajos registros térmicos de la última semana de junio y la primera semana de julio redujeron las poblaciones de Dalbulus maidis. Vemos que con el correr de los días, tanto hembras -que se hallaron en mayor proporción- como machos de chicharritas, disminuyeron el número de insectos capturados en los muestreos sucesivos hasta encontrarnos con unos pocos ejemplares durante los últimos recuentos a fines de junio y principios de julio”, resaltó el Investigador.
Con respecto a la presencia del insecto en la provincia de Santa Fe, Massoni detalló que “en la región centro de Santa Fe se registró un mínimo de temperatura de menos 11 grados centígrados” y confirmó que “la ola polar, las heladas y los días de temperaturas por debajo de lo normal durante estas dos semanas consecutivas afectaron la supervivencia de los adultos de chicharrita que se encontraban activos en los refugios invernales”.
En ese sentido explicó que “Santa Fe es una región de transición en la que la chicharrita sólo se desarrolla en verano y sobreviven a inviernos templados o poco rigurosos”. Por lo tanto, es probable que, frente a un invierno crudo, como el que se está registrando, se elimine a una gran proporción de individuos de la población.
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