En conversación con El Correo, la presidenta de la Cooperadora de la Escuela Evita, Macarena Ferreyra, hizo un reconto de lo ocurrido desde hace 10 años en la institución educativa, personas y obras, sueños y proyectos, con la satisfacción de la labor cumplida.


“Parece poco tiempo, pero son un montón de años. El 22 de abril de 2014 comenzaba este proyecto con incertidumbre y un poco de miedo, esas ideas que aparecen en los grupos, con la creatividad necesaria para buscar nuevos ingresos con el fin de hacer crecer a nuestra escuela”, expresó Macarena Ferreyra en conversación con El Correo.

“Es inimaginable lo que llegó después de ese primer sorteo, el entusiasmo y las ganas invadieron nuestro corazón y a partir de allí, no paramos de proyectar y concretar iniciativas que quedaron plasmadas en el edificio escolar, también la suma de materiales didácticos, para que las seños tengan herramientas para desarrollar las actividades de la mejor manera y nuestros niños sientan que la escuelita es un lugar acogedor, lleno de juegos, risas, y sobre todo, mucho aprendizaje, inclusive acompañándolos con viajes, campamentos y celebraciones”, resaltó la presidenta de la Cooperadora de la Escuela Evita, que está pronto a celebrar una década llevando adelante el Binguito Solidario.

“En estos diez años tuvimos muchos tropiezos, discusiones, pero siempre pudimos encontrar el camino del consenso para seguir trabajando unidos, cumpliendo los proyectos. No nos resultó fácil y acá estamos celebrando una década de trabajo ininterrumpido, que nos permitieron concretar obras que consideramos muy importantes con fondos propios”, destacó Macarena.

A su vez, Ferreyra consideró: “Somos una cooperadora todo terreno, que a pesar de las adversidades supimos continuar con el nombre de la escuela bien en alto siempre. Muchos nombres pasaron por el grupo y formaron parte de momentos inolvidables, destacando especialmente el rol fundamental de nuestras vendedoras, no sólo las locales, sino también de la zona, algunas nos acompañan desde el inicio y otras fueron pasando, pero todas dejaron su huella y aporte imborrable, gran parte de este trabajo es gracias a ellas”.

“Hace mucho tiempo que presido esta cooperadora y siento mucho orgullo de lo que somos como personas, es decir, una gran familia, la familia de la Escuela Evita”, agregó.

En la continuidad de sus palabras, Macarena contó: “Llevo el legado familiar trabajando para la institución educativa, el de mi papá que también fue el presidente de la cooperadora y club de madres, mientras que en los pasillos de la escuela nos educamos junto a mi hermano y hoy llevo más de 15 años acompañando el paso de mis hijos que ya egresaron de la escuela, y si de algo estoy segura es que la escuela de la ruta es parte de mi vida, de mi historia y de la de mi familia”.

Agradecimientos

“Deseo de corazón que siga creciendo, recibiendo el apoyo que se merece y nos merecemos como equipo y que muchas veces fue restringido. Quiero agradecer a toda la comunidad educativa, familias, seños, directivos, asistentes escolares, medios de comunicación, sin dejar pasar por alto a las radios 90.1 y 99.9 en donde hace diez años comenzamos con los sorteos, a la gente de Firmat24, la Radio de la Escuela y sus programas Miralo por Radio y Sábados Bravos, El Correo de Firmat, a la Municipalidad de Firmat y al Dr. Gabriel Real que, con sus aportes y acompañamiento, nos permitieron el crecimiento de nuestra escuela”, describió Ferreyra, que se mostró muy agradecida con el apoyo de la comunidad.

Obras

“En estos diez años realizamos muchas adquisiciones y obras con fondos propios, la institución educativa cuenta con un aire acondicionado en cada uno de los salones e instalación eléctrica nueva, la construcción del SUM y el escenario donde se desarrollan los actos con su respectivo equipo de audio, mantenimiento continuo de galerías y salones, compra de calefactores, y mantenimiento del predio”, repasó Macarena, en relación a las distintas acciones que fueron realizando en la Cooperadora.

También recordó: “Se realizó la refacción completa de la vereda del frente del edificio con sus baldosas, compra y colocación del tapial en la parte trasera, vereda perimetral inclusiva, reparación y refacción de baños de niños y niñas, puesta en funcionamiento del laboratorio, compra de mesas y sillas trapezoidales, además de la compra y colocación de cielo raso en el SUM e iluminación del mismo, ampliación de la vereda que sale del S.U.M al laboratorio”.

A su vez, puso en valor: “Por los robos que sufrimos hemos invertido en cámaras de seguridad y sistema de alarma, y podría seguir enumerando sueños hechos realidad”.

“Vamos a seguir trabajando con la misma pasión”, aseguró en último lugar, y cerró: “Gracias a toda la gente que confía en nosotros”.

Por Elías Ferreyra

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