En 2027 el Teatro Cervantes cumplirá 100 de vida, para ese año la comisión de la Sociedad Española de Firmat anhela recuperar el legendario espacio que dejó de utilizarse hace más de una década y necesita una importante inversión para volver a funcionar.
Bajo esa premisa, la institución realiza distintas actividades para recaudar fondos y concretar un proyecto de refacción y mejoras que será presentado a las autoridades provinciales. La obra tiene un costo millonario y es imposible de concretar sin el respaldo del Estado.
Gracias al aporte de la senadora departamental, Leticia Di Gregorio, y a la comprometida labor de los profesionales de la empresa constructora Eficon, el proyecto va cobrando forma.
“Estamos en un proceso donde apuntamos a restaurar y hacer una puesta en valor de este lugar emblemático, que es parte de la historia de nuestra ciudad”, dijo a El Correo, la presidenta de la Sociedad Española, Marta Ripoll.
El proyecto a presentar constará de dos etapas, la primera es la refacción del techo -el cual ya está presupuestado- y el segunda busca determinar la mejora integral del inmueble. “Pretendemos que cuando se termine de restaurar, podamos abrir y ya se puedan hacer espectáculos”, planteó Ripoll.
Ahondando en el tema, el arquitecto Gaspar Risso (Eficon) detalló: “No es un proyecto de modificación de espacios ni de estética” sino que es “básicamente de refacción y reacondicionamiento”.
“La idea es reflotar un proyecto que había hace un tiempo, donde se intentó conseguir fondos para refaccionar el teatro”, manifestó Risso, quien planteo que en caso de conseguir los recursos económicos habría que empezar por solucionar los problemas del techo y luego “hacer instalaciones nuevas, el revestimiento interior, refaccionar el escenario, las luminarias y poner un sistema de sonido que esté a la altura de la época, porque el espacio realmente es grande y se podrían desarrollar un montón de actividades”, concluyó el profesional.
Vale destacar que en los últimos años, la comisión directiva de la entidad logró la restauración del bar Cervantes, hall de ingreso, secretaria y el mesón español.
Por Mariano Carreras