María Agostina Temporetti es profesora de inglés y durante varios años ejerció la docencia en distintas instituciones. Un día se cansó de su rutina y decidió cambiar de rumbo.
Tiempo después comenzó a trabajar en un lugar que no había imaginado: se encarga del entretenimiento de los niños que van a bordo en los cruceros de la empresa italiana MSC. El Correo la entrevistó para conocer más detalles de esta experiencia.
– ¿Cuál es tu trabajo actualmente?
-M.A.T.: Trabajo para la empresa italiana MSC cruceros en el área de animación y entretenimiento para niños a bordo. Estoy a cargo del mini club donde todos los días asisten cientos de niños de todo el mundo de entre 3 a 11 años. Realizamos con ellos todo tipo de juegos y actividades grupales como arte y pintura, música, baile, teatro, cine y cocina, entre otros. Por supuesto, también tenemos “legos” (ladrillitos) y videos juegos. Un poco de todo y para todos los gustos.
– ¿Cómo surge realizar esta labor y desde cuándo la hacés??
– Empecé hace un par de años, luego de la pandemia, y diría que surge porque así tenía que ser, no lo busqué, jamás pensé trabajar en un barco ni mucho menos vivir ahí y recorrer el mundo. Luego de varios años en la docencia (profesora ingles) y de haber pasado por más de diez instituciones, escuelas y colegios enseñando el idioma, me pasó que sentí la necesidad de parar, bajar un cambio y buscar otros rumbos… Renuncié literalmente, a todo. Y un día me pongo a ver opciones de trabajo por Internet y de repente encuentro en Google vacantes para MSC, así que solo fue entrar a la página oficial y aplicar online.
– Imagino que esto ha sido un antes y un después en tu vida… ¿Qué cambio fue el más significativo y qué sensaciones te da esta experiencia?
-Es una experiencia única, maravillosa, la sola idea de acostarme en un país y levantarme en otro me moviliza y genera mucha emoción. Ni hablar de la cantidad de personas que he conocido en este tiempo. Hoy siento que tengo amigos en todo el mundo. Por otro lado, no es un trabajo fácil, desde ya, se trabaja mucho, varias horas y todos los días de la semana, pero si te gusta lo simple, viajar, el mar y no tenés apegos, este trabajo puede ser para vos.
– ¿Qué países conociste? ¿Cuál te gustó más y por qué?
– ¡Muchos! Lugares donde nunca en mi vida pensé llegar… Hice temporada en Brasil pero estuve principalmente trabajando en cruceros por Europa donde recorrí Noruega, Dinamarca, Suecia, Estonia, Lituania, Letonia, Finlandia, Alemania, Italia, Francia, España, Portugal, etc. También en mi último contrato tuve la oportunidad de llegar hasta África del norte (Marruecos y Túnez).
Cada lugar es único y tiene lo suyo, su belleza y alguna característica que lo distingue y te permite recordarlo, pero en lo personal, disfruté mucho mi paso por Islandia y Groenlandia. Fue inolvidable ver las auroras, bañarme en la Blue Lagoon (balneario geotermal situado al suroeste de Islandia), y pasar por entre medio de icebergs gigantes. Nunca dejo de asombrarme por la naturaleza y su majestuosidad. Estoy muy agradecida a la vida por permitirme haber estado allí.
– Después de viajar durante varios meses, la parada obligada es en Firmat, tu ciudad, donde está tu familia…
– Llegué a Firmat hace unos días, estoy de vacaciones y aprovecho a visitar mi familia y hacer mis cosas. Siempre que me voy, en algún momento vuelvo. Nuestro trabajo funciona así: nos embarcamos por hasta nueve meses y después en el periodo de descanso bajamos a tierra y nos dirigimos, generalmente, a nuestro lugar de origen o domicilio.
– ¿Cuál es el próximo destino?
– Nunca se sabe hasta que llega el próximo contrato. Hasta último momento el destino puede ser cualquiera e incluso, pueden cambiártelo después… Lo lindo, o por lo menos que a mí me gusta, es no saber dónde estaré mañana, aunque si es un nuevo destino, mucho mejor.
Por Estefanía Gutiérrez Petruzzi