
Como cada año, desde 2009, el secretario general de Empleados de Comercio de Firmat, Edicardo Russo, presentó el informe sobre la suba de precios en las góndolas de nuestra ciudad. Este año, el trabajo muestra que, entre marzo de 2024 y marzo de 2025, la suba de la canasta básica promedió el 55,7 %.
Pese a que el aumento fue significativo, el dato alentador es que luego de dos años (2023-2024) la suba volvió a ser de dos dígitos, algo que no había sucedido en los dos años anteriores donde fue de tres dígitos.

El relevamiento de los índices de consumo incluye lácteos y derivados, alimentos, aderezos, bebidas, artículos de limpieza y perfumería, verduras y hortalizas, carnes y derivados, indumentaria, impuestos y servicios. El trabajo de Russo no considera dentro de su medición cuestiones como transporte, vivienda (alquiler) y obra social.
Desde los parámetros mencionados, Russo determina el valor de la canasta familiar de una familia integrada por una pareja con dos hijos en edad escolar. En base a esto, determina el valor de una canasta con primeras marcas y de otra canasta compuesta por segundas marcas y productos en oferta.

La medición realizada por Russo este año, muestra que la canasta integrada por productos de primeras marcas aumentó un 52,77 % y la canasta más económica subió un 58,78 %.
De acuerdo al informe de Russo, en marzo de 2025, una familia tipo necesita $1.083.351 para alcanzar la canasta más costosa y $857.880 para adquirir la canasta de menor valor.

El informe interanual de Russo muestra que entre 2021 y 2022 la suba promedio fue de 53,7 %, entre 2022 y 2023 de 117,5 %, entre 2023 y 2024 de 263,7 % y entre 2024 y 2025 de 55,7 %.
Como puede observarse en el cuadro, en esta oportunidad, la medición también incluyó un análisis centrado únicamente en alimentos. Allí puede observarse el impacto de estos elementos esenciales para cualquier grupo familiar en el valor total de la canasta.