Fue en la función del domingo en la Sala Cultural “Intendente Cardinali”. Transitaba la mitad del espectáculo titulado Con ritmo y sentimiento, cuando Walter Fernández, una de las voces de la Utópica Big Band (junto a Carina Sicardi), de manera sencilla y sentida, relató una anécdota con Norberto.
Palabras más, palabras menos, Walter contó que una vez estaban ensayando a la hora de la siesta con la Utópica y Norberto apareció de repente, en silencio y de manera respetuosa, se sentó en el fondo de la sala a escucharlos.
Cuando Fernández bajo del escenario a saludar a Luppi, el artista plástico, quien falleció hace unas semanas, le agarró fuerte las manos y le dijo que el tema que acaba de interpretar era su preferido.
Se trataba de A mi manera. Walter se la dedicó a Norberto. La canción comenzó a sonar. Las imágenes de Luppi empezaron a aparecer en la pantalla grande y la emoción fue absoluta. Sobre todo, en los familiares de Norberto, quienes estaban entre los espectadores de la velada dominical. “Y claro, Norberto si viviste, vivís y siempre seguirás viviendo en nuestros corazones”, expresó el cantante en la parte final de la icónica canción.
Luego de interpretar la canción, los músicos locales le entregaron un presente a Bárbara, la mujer de Norberto, y sus hijas.
También en la voz de la presentadora del show, Graciela Muñoz, fue leído un texto de Mariano Carreras, que cuenta una historia de Norberto en España, que lo une con Claudio Ianni y Walter Samuel.
“Son de Firmat, República Argentina… y del mundo” (Texto del libro Duendes Puebleros, 2014, Mariano Carreras, leído durante la presentación de la Utópica)
Cada tres años Norberto Luppi viaja a Santiago de Compostela a exponer sus pinturas. Durante la estadía visita amigos, captura paisajes, colorea anécdotas. Cada viaje es una ceremonia con paradas obligadas y encuentros necesarios.
Una de las postas es el bar de Juan Carlos, un sanjuanino que hace décadas ancló en Galicia. Ellos se conocen desde la primera vez que el firmatense arribó a España para mostrar sus cuadros.
En una de esas visitas, Norberto quiso sorprender a su amigo y llegó al bar sin previo aviso. Juan Carlos lo esperaba. “Sabía que venías”, le dijo. Y sin mediar palabra le señaló un panel del bar donde anunciaban los eventos más importantes de la región.
De un vistazo, Norberto descubrió un letrero que promocionaba su muestra. Al observar el resto de los afiches, encontró la foto de Walter Samuel. El anuncio publicitaba el partido de Boca con Deportivo La Coruña. Un tercer cartel invitaba al concierto de la sinfónica de Compostela, dirigida por Claudio Ianni.
Asombrado, el pintor exclamó: “¡Los tres somos de Firmat!”. Su amigo se resistió a creer la afirmación. Luppi insistió: “¡Somos de Firmat!”. Juan Carlos seguía sin creer que los tres eran nativos de la misma aldea. Luego de unos minutos, un parroquiano interrumpió la charla y aportó una sabía definición.
Dijo: “He visto los cuadros de Luppi y me he deleitado. Tuve la oportunidad de disfrutar de la música de Ianni. De Samuel no hay demasiado para decir: un gran jugador. Luppi, Ianni y Samuel ya no son de Firmat ni de Argentina, son del mundo”.
Juan Carlos no quitó los afiches por varias semanas. A su lado escribió una leyenda que decía: “Son de Firmat, República Argentina… y del mundo”.
Por Manuel Carreras