En los primeros días de diciembre, La Nación publicó un valioso documental bajo el título 24 horas en Malvinas con los familiares de caídos.
El material audiovisual fue conducido por Paula Rossi, la periodista chovetense de 31 años, quien fue enviada a cubrir el viaje que realizaron 150 familiares de caídos en la guerra. “El primer impacto fuerte fue ver las islas desde el aire, con esa forma tan característica que durante tantos años estudiamos en la escuela”, expresó Paula, en una entrevista cedida a El Correo, a los pocos días de haber regresado de transitar la experiencia (9 de diciembre de 2024).

“Pasar tiempo ahí con los familiares, con algunos que era la primera vez que iban después de 42 años, fue muy emocionante. Mientras estuvimos y cuando volvimos había, por supuesto, una clara tristeza por esa historia que nos atraviesa y por la cuestión de soberanía, y también gratitud por haber compartido juntos ese momento y conocido nuestras islas”, reflexionó la periodista en aquella conversación con el periodista de El Correo, Elías Ferreyra, unos meses atrás.
“Es una experiencia completamente superadora tanto desde lo profesional como desde lo personal. Es algo que va a quedar marcado para siempre en mí. Lo siento un privilegio”, concluyó Paula.
+ NOTA DE ARCHIVO | Paula Rossi en Malvinas: “Es algo que va a quedar marcado para siempre en mí”

24 HORAS EN MALVINAS: LA CRÓNICA DE PAULA ROSSI
Olga Suárez, con abrigo negro y una bufanda rosa, se sienta frente al cenotafio que honra a los más de 230 soldados argentinos enterrados en Darwin y a los tripulantes del ARA General Belgrano. Entre ellos, su esposo, Juan Alberto Gómez, uno de los 323 fallecidos cuando el crucero fue hundido fuera de la zona de exclusión en 1982. Olga, embarazada entonces, esperó en vano su regreso. Hoy, 42 años después, volvió a las Malvinas junto a su hijo Fernando, en un vuelo humanitario organizado por Eduardo Eurnekian.
Historias de Amor y Perdida
Olga recuerda las palabras de despedida de su esposo antes de zarpar: “Te amo, cuidá a los hijos y al bebé en la panza”. Esta es su segunda visita al cementerio, y esta vez, ingresó del brazo de Geoffrey Cardozo, un exmilitar británico que ayudó a organizar y enterrar a los soldados argentinos tras la guerra. “Geoff” le prometió acompañarla en este momento tan emotivo.
Martina López, otra viuda del Belgrano, también visitó por primera vez las islas junto a su hijo Martín, quien nació dos meses después de la tragedia. “Ojalá pueda volver con mis nietos porque su abuelo dio la vida por esta tierra”, expresó Martina, quien soñaba con honrar la memoria de su esposo.
Los Recuerdos de las Familias
Para Virginia de los Llanos, cuyo esposo Hugo Llanos falleció en el Belgrano, el viaje fue un homenaje especial. Acompañada por su hija adoptiva, Estefanía, expresó: “Es un honor compartir esto con mi mamá y con las otras mujeres. Qué fortaleza tienen”. Ambas encontraron consuelo en la comunidad de familiares que comparten historias similares. Marcela y Micaela Zárate, hermanas entrerrianas, también viajaron para despedirse de su padre, cocinero del ARA General Belgrano. Micaela confesó: “Siempre soñé venir para decirle que cumplimos nuestra promesa”.
Homenajes Eternos
Entre las emociones se destacó la llegada de Alberto Segovia, quien trajo una hortensia de venecitas hecha por la artista Silvia Kuhn. Con 649 piezas que representan a cada caído, Alberto la describió como “perpetua como nuestros héroes”.
Otros, como Carlos Pasinato y Cristian Chávez, desplegaron banderas argentinas en honor a los héroes. Cristian colocó su bandera familiar sobre la tumba de su tío, mientras Carlos recordó los esfuerzos de su comunidad para mantener viva la memoria de Malvinas.

La Resistencia de los Mayores
Elena, de 84 años, madre de Miguel Ángel Sosa, fallecido en el Belgrano, cumplió su sueño de visitar Malvinas. Con lágrimas aseguró: “Ahora puedo morir tranquila”. Sus hijas la acompañaron con coronas de flores tejidas a mano, como un gesto de amor y gratitud. Raquel, de 93 años, visitó por primera vez la tumba de su hijo Nicolás, a quien perdió en la guerra.
Conmovió a todos al cantar una copla de amor y ternura, reflejando el espíritu de unión que envuelve a las familias en este lugar de memoria.
Un Mensaje de Paz
El padre Pedro Cannavó, quien lideró una ceremonia religiosa, destacó el significado del viaje: “Es como llegar a Tierra Santa. Estar aquí es un mensaje de paz y cercanía entre naciones”.

Por Elías Ferreyra