“Hoy creo que hay Justicia en la Argentina y que esa persona no va a salir nunca más. Hoy descansan en paz”, expresó conmovida Rosana, hermana de Graciela Picech, tras conocer el veredicto que condenó a José Gregorio Vivas a prisión perpetua por el brutal doble homicidio de su hermana y Mario D´Angelo, ocurrido en 2015 en Firmat.
El esperado fallo se dio a conocer este jueves en los tribunales de Melincué. El tribunal, integrado por los jueces Adrián Godoy, Aldo Baravalle y Mariana Vidal, determinó la responsabilidad de Vivas en la muerte de D´Angelo, agravada por ensañamiento, y en el femicidio de Picech, también con la misma agravante. La decisión se basó en una exhaustiva investigación que aportó pruebas contundentes.
Marcelo, hermano de Mario, compartió el alivio tras años de incertidumbre: “Fue todo un tiempo de inseguridad, de no saber qué había pasado. Hoy ya tiene sentencia, ya estamos tranquilos”. Destacó la labor del fiscal Matías Merlo y su equipo, quienes “encontraron un fantasma donde no se podía encontrar nada”. Marcelo Picech, hermano de Graciela, añadió: “Fue un gran proceso, un desgaste para nosotros, pero hoy estamos fortalecidos porque hay Justicia, eso es lo importante”.
El fiscal Eduardo Lago, quien trabajó en el caso junto a Vanina Servicio Pozzi, celebró la sentencia en los términos planteados por la fiscalía: “Fue acertada la teoría del caso, correspondía la pena máxima”. Subrayó la intensidad del trabajo durante las semanas de juicio y la larga investigación de casi diez años que finalmente condujo a la condena.
Lago enfatizó el profundo dolor causado por el crimen: “El nivel de injusticia que provocó esta sentencia, el nivel de dolor, la destrucción de grupos familiares completos. Esto no podía quedar en el vacío”.
Vivas, quien ya se encontraba bajo prisión preventiva desde mayo de 2023. Actualmente, está bajo custodia penitenciaria fuera de la Alcaidía de Melicué.
Este fallo representa un paso significativo hacia el cierre de una dolorosa etapa para los familiares y la comunidad de Firmat.
En la madrugada del 19 de noviembre de 2015, Mario D’Angelo (44) y Graciela Picech (41) fueron brutalmente asesinados en su casa de barrio Carlos Casado. La pareja había regresado de un viaje trabajo.
Graciela se fue a dormir temprano, mientras Mario se quedó despierto. Horas después, su hermana los encontró muertos, con heridas de arma blanca en el cuello.
La policía determinó que el crimen ocurrió entre la medianoche y las dos de la mañana. El arma utilizada fue una cuchilla.
A Mario la atacó en el hall ubicado en la entrada a la casa. A Graciela la ejecutó en una de las habitaciones. En la casa no faltó nada, ni la bijouterie que comercializaba Graciela ni los valiosos equipos que utilizaba Mario para trabajar como fotógrafo.
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Redacción/Fuente: El Correo
(Cooperativa de Trabajo desde 2017)
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