Especialistas del INTA analizan la tendencia de cambio de la densidad poblacional de la chicharrita (Dalbulus maidis) y brindan recomendaciones sobre la siembra para la próxima campaña. Se trata de una propuesta de ventanas de fechas de siembra con base en un esquema de cuatro grandes zonas en todo el país.
“A más de un mes de la implementación del Sistema de monitoreo otoño-invernal en la región maicera, los datos actuales muestran una marcada disminución en la abundancia de chicharritas. Este descenso se atribuye a la ausencia de maíz guacho y a las frecuentes e intensas heladas”, remarcó el coordinador del Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA Eduardo Trumper.
En el marco de la problemática del achaparramiento del maíz, los investigadores del INTA aseguran que es muy importante sostener el monitoreo de Dalbulus maidis en cada región maicera para confirmar, en primer lugar, el descenso substancial de la población y, en segundo término, para vigilar su evolución principalmente en el norte del país.
“Si bien hoy no podemos asegurar que la chicharrita haya desaparecido, en amplias zonas, especialmente en las provincias de Buenos Aires y La Pampa y en el sur de Córdoba y Santa Fe, sí podemos decir que hemos dejado muy atrás la situación de alto riesgo por elevada abundancia de chicharritas locales”, sostuvo Trumper.
En relación con las recomendaciones, Trumper explicó que –para el análisis– se dividió a la zona maicera en cuatro grandes regiones y, a partir de eso, la Mesa Técnica Nacional del INTA elaboró una propuesta de fechas de siembra para la próxima campaña. “El documento propone una estrategia basada en el vacío sanitario, que consiste en monitorear plantas voluntarias de maíz, controlarlas cuando ya no hay perspectivas de heladas y su permanencia compromete el vacío sanitario, y ajustar la fecha de siembra del cultivo”, indicó Trumper.
Representación esquemática de las propuestas de fechas de siembras de maíz para la campaña 2024/25. Zona 1: concentración de fechas de siembra tardías (25dic-15ene). Zona 2: concentración de fechas de siembra tardías (25nov-30dic). Zona 3: concentración de fechas de siembras en septiembre (la recomendación para zonas 1, 2 y 4 puede avanzar sobre la zona 3 de acuerdo al monitoreo regional de D. maidis). Zona 4: sin modificación por achaparramiento de la decisión de fecha de siembra.
En la Zona 1 (norte del país hasta el norte del litoral, pasando por el Chaco semiárido a húmedo, incluyendo todo el norte de Santa Fe) se recomienda concentrar las siembras entre el 25 de diciembre y el 15 de enero.
Para la Zona 2 (noroeste de Córdoba-sudoeste de Santiago, el norte de San Luis y Villa Dolores, y en la zona de los Altos, Catamarca, todos ambientes Chaqueños meridionales) también se recomiendan siembras entre fin de noviembre y fin de diciembre, buscando la mayor concentración posible. “Estas ventanas se ajustan a distintas ofertas ambientales, especialmente disponibilidad de agua para la siembra, y están orientadas a reducir, dentro de las restricciones ambientales características de cada zona, la exposición del estado vegetativo del cultivo a los picos poblacionales de la chicharrita”, señaló el especialista.
En la Zona 3 (incluye el centro-sur de Córdoba y Santa Fe, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires) “la necesidad local de grano de maíz cosechado temprano, o de silo, limita el vacío sanitario completo, por lo que se sugiere concentrar las siembras tempranas en septiembre para equilibrar el riesgo y la demanda, con una atención especial a la siembra escalonada, ya que demorarse a octubre expondría el cultivo a mayor presión del insecto y favorecería también su crecimiento poblacional”, indicó Trumper.
Para la Zona 4 (el centro y sur de la región pampeana y el oeste de la franja central). En esta zona la presión del vector y de la enfermedad fue baja en la campaña 2023/2024. Asimismo, es muy improbable que el vector deje descendencia viable luego del invierno, por lo que se recomienda adaptar la siembra a la oferta ambiental y forzantes distintos al achaparramiento. Sin embargo, como estrategia para manejar el riesgo de una incidencia tardía de achaparramiento, en especial al norte de la Zona, conviene priorizar siembras tempranas en ambientes donde podrían lograr resultados económicos competitivos en relación con el esperable normalmente en las tardías.
En el esquema, los límites geográficos para las recomendaciones propuestas, especialmente los lindantes con la Zona 3 en el centro de la región productora, se pueden desplazar. “Aunque –según Trumper – no se ha definido qué constituye una alta o baja densidad de la población invernante, se recomienda poner el foco en los datos regionales proporcionados por las redes de monitoreo y las interpretaciones correspondientes por parte de especialistas”, concluyó.