El viernes, minutos antes de las 20, decenas de vecinos de Barrio Fredriksson -fundamentalmente de las calles 3 de febrero, Gral. López y Azopardo- se concentraron en Gral. López al 500 e interrumpieron el tránsito para hacer saber el profundo malestar que atraviesan ante la ola delictiva que viven desde hace tiempo y que se acentuó en las últimas semanas.
La situación de ese sector de la ciudad adquirió estado público días atrás cuando se viralizaron imágenes de un grupo de vecinos deteniendo a un adolescente que vive en cercanías del lugar y presuntamente estaba intentando robar cables de una vivienda.
El Correo asistió a la convocatoria y dialogó con algunos de los vecinos, quienes manifestaron que muchos de adolescentes y jóvenes que delinquen lo hacen para comprar estupefacientes, los cuales se comercializan en el barrio.
Una vecina que accedió a dialogar con nuestro medio expresó: “Nos reunimos porque esto llegó a un límite, estamos cansados y asustados. Que te roben cuando vos no estás es muy feo pero que entren a tu casa, a tu patio o estén en el techo mientras hay gente, es muy grave”.
“Yo ya no puedo salir más a mí patio porque tengo miedo, porque pasan por el patio”, remarcó la misma mujer, quien enfatizó que “hace 15 días que no paran” de sucederse los delitos.
“Uno piensa ya no va a pasar más, y vuelve a pasar. Ayer, pasó a las cuatro y media de la tarde. Pasó el martes a la mañana y el jueves a la tarde. Se meten en las propiedades, en los patios, y se llevan cosas: aires acondicionados, motores, rompen las griferías del baño”, detalló la vecina.
Otro vecino, de muchos años de residencia en el lugar, exclamó: “No nos dan pelota, ni la Municipalidad ni la Policía. Roban, los agarran, los largan, no te entregan las cosas que te roban, porque a mí me robaron en el negocio y se quedaron con todo”.
“A esto sumale la droga. Todos saben quien la vende y no le dicen nada. Hacen fortuna y están arruinando todo el barrio. Si no vienen acá y controlan un poco la droga, esto no se termina nunca más”, agregó el hombre, que hace casi 70 años vive en el lugar.
Los múltiples reclamos de los vecinos fueron escuchados en persona por casi la totalidad del equipo de gobierno del intendente Leonel Maximino -que no pudo asistir por problemas de salud-, los concejales de la ciudad y los jefes de la policía local.
El lunes, un grupo de representantes de Fredriksson afectados por los delitos y el flamante presidente de la vecinal, Gustavo Castro, se reunirán en la Unidad Fiscal de Firmat con la doctora Vanina Servidio Pozzi y el Intendente para ver cómo menguar el problema que padecen.
En el sector afectado, la Municipalidad está instalando cámaras de seguridad y ha mejorado considerablemente la iluminación.
¿Quién compra?
Una pregunta que se hicieron varios de los vecinos asistentes a la manifestación es quién compra lo robado. Al respecto, coincidieron que las autoridades también deben hacer foco en ese eslabón de la cadena delictiva.
Redacción/Fuente: El Correo
(Cooperativa de Trabajo desde 2017)