Roque Vassalli nació el 17 de enero de 1915, cerca de Cañada del Ucle. Creció en un paraje rural, junto a una estación de ferrocarril rodeada de galpones de almacenaje de cereal. Su padre, don Rafael, ya era metalúrgico.

Foto de archivo de El Correo

En un galpón del campo que arrendaba su padre, puso una fragua, una bigornia y una piedra a pedal para afilar rejas de arado. Roque se crió entre los fierros de aquella pequeña herrería rural, donde comenzó a adquirir el oficio.

A los doce años, entró como aprendiz de mecánico en un almacén de ramos generales. A los diecisiete, abrió su propio taller mecánico de automóviles. Roque hizo el servicio militar en la Fuerza Aérea, donde siguió aprendiendo sobre motores. A los diecinueve, conoció a Españita, con quien contrajo matrimonio.

Con viejos motores de Ford T, empezó a fabricar grupos electrógenos para chacareros. Tiempo después, comenzó a reformar las viejas trilladoras Deering y McCormick, aligerándolas para adaptarlas al campo argentino.

Él mismo diseñaba cada elemento, compraba los materiales, calculaba los costos, soldaba, torneaba y pintaba. Era un hombre de ingenio. Hasta llegó a fabricar una cosechadora con un montón de chapas que, en otros tiempos, se habían utilizado como barrera para las langostas.

Foto de archivo de El Correo

En 1949, los Vassalli se radicaron en Firmat, que por entonces tenía unos cinco mil habitantes. Aquí había algunas condiciones favorables para el desarrollo industrial, como una estación de ferrocarril y provisión de energía eléctrica todo el día. El taller comenzó creciendo lentamente.

En 1951, hubo escasez de braceros para cosechar maíz, el gobierno envió a conscriptos para que ayudaran en las tareas. En aquel contexto, Roque descubrió una oportunidad agroindustrial: diseñó un artefacto para acoplar una plataforma a la trilladora de trigo, de modo que también pudiera utilizarse para cosechar maíz.

En el ’54 recibió un radiograma del Ministerio de Agricultura que le solicitaba 250 equipos anuales. Como su capacidad de producción apenas llegaba a 35, por orden del gobierno de Juan Domingo Perón, el Banco Industrial de Rosario le otorgó un crédito para ampliar la escala de producción

Don Roque compró una avioneta Cessna 140 para desplazarse rápidamente por los campos de la provincia, haciendo el servicio técnico a sus máquinas. Hasta diseñó un paracaídas para dejar caer la pieza de repuesto en el campo, en los casos en que no se necesitaba mecánico.

Foto de archivo de El Correo

La empresa siguió creciendo. En ese marco, desarrolló la Súper Vassalli. Fue la primera máquina integral de recolección que combinaba las funciones de corte y trilla.

Don Roque siguió innovando y durante décadas su empresa fue líder en el rubro. Por fuera de la empresa, Vassalli estuvo muchos años al frente de la Municipalidad de Firmat y del Club Atlético Argentino.

Obras para la ciudad

Durante su gestión como intendente, Roque Vassalli realizó la Terminal de Ómnibus, el Centro Cívico, el Parque Tiscornia (actualmente Carlota Joubin), avanzó en obras de infraestructura fundamentales (pavimento, agua, luz y cloacas) y creó la Banda Municipal, entre otras acciones de gobierno.

Mariposas de acero, el film de la era Vassalli.

También realizó obras muy importantes en Club Argentino, donde se destaca el predio de la Villa Deportiva. Además de las obras, la era Vassalli plasmó sus años de esplendor en un film que se tituló “Mariposas de acero”.

ADN firmatense

En 2019, en el marco del 105º aniversario de El Correo de Firmat, se llevó adelante una votación para que las y los lectores eligieron qué personas representaban el ADN de Firmat. En esa votación, Roque Vassalli fue la persona más votada por toda la gente que participó de la convocatoria de nuestro medio.

Foto de archivo de El Correo

Ese mismo año, mediante las redes sociales, un vecino planteó que una calle de Firmat debía llevar el nombre de Vassalli. Su inquietud se viralizó y generó muchos comentarios entre los firmatenses. Puntualmente, la idea de este hombre fue cambiarle el nombre al Bv. Colón v ponerle Vassalli. La idea se disipó con el paso del tiempo.

Como todo líder, como todo hombre, Vassalli tuvo luces y sombras, aciertos y yerros. No obstante, el paso de los años y el peso de sus acciones muestran un claro saldo a favor en su paso por este mundo y, puntualmente, por esta ciudad.

Redacción/Fuente: El Correo
(Cooperativa de Trabajo desde 2017)

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