Luego de 90 días sin precipitaciones y una ola polar en julio, donde “el 40 % de la región núcleo superó las 100 horas con temperaturas bajo cero”, llegaron las precipitaciones al sur santafesino. Pero la descarga fue muy dispar y los registros de la región varían entre 29 y 00 milímetros.


El pronóstico de lluvias para este fin de semana se mantenía desde el martes 30 de julio, ese día, El Correo dialogó con el meteorólogo Leonardo De Benedictis que adelantaba lo que podía pasar entre viernes 2 y sábado 3 de agosto. “Hay un poquito de inestabilidad el fin de semana, pero es mínimo, está todo más recostado hacia el este, hacia la provincia de Buenos Aires, algo más en Entre Ríos, en Uruguay, y hacia el oeste le cuesta mucho más. En Córdoba, por ejemplo, ya no se espera nada, y Santa Fe, bueno, está medio ahí en la zona límite, puede llegar a recibir algo, pero la verdad que es muy poquito”, anticipaba el Meteorólogo.

Pronóstico que para Firmat y Cañada del Ucle se cumplió, ya que se registraron 25 y 20 mm respectivamente. El último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario remarcaba la necesidad de que la tormenta del fin de semana dejara entre 10 y 15 mm, la cual en parte fue superada de acuerdo a la zona. Por ejemplo, en Bombal el registro fue de 29 mm, en Alcorta 17 mm, en Labordeboy 18 mm. Por otro lado, si nos dirigimos hacia Chovet, el registro fue de 10 mm y en Elortondo 9 mm. Mientras que en Venado Tuero y Maggiolo no se registraron precipitaciones.

Ante este escenario, El Correo consultó a un Ingeniero Agrónomo para conocer cuál fue el impacto de la lluvia de este viernes por la noche y madrugada del sábado en los cultivos de trigo de Firmat y la región. “Las lluvias fueron muy desparejas, esta vez tuvimos la suerte de recibir entre 25 y 26 mm”, expresó el técnico. Con respecto al estado del cultivo de trigo detalló: “los trigos están en pleno macollaje, estaban sufriendo el efecto de las heladas que hubo en las últimas semanas y comenzaba a sentir la falta de precipitaciones. Desde mediados de abril que no había una lluvia importante, hacía 90 días que estábamos sin agua”, remarcó.

El cultivo ya entra en otra etapa de su crecimiento y comenzaba a necesitar de buena humedad. “Esta lluvia le vino bien al trigo, ahora vamos a ver cómo empieza a despegar porque termina el macollaje y comienza el encañazón donde la demanda es un poco mayor. Creo que le llegó a tiempo, esperemos que se recupere bien y la lluvia prevista para el miércoles aporte algo más para seguir acumulando reservas en el perfil”, concluyó el técnico consultado por El Correo.

Por Elías Ferreyra