Como uno de los entrenadores que pertenece al Gimnasio 360, hoy quiero hablarles a todas las mujeres, en especial a aquellas que les gusta hacer actividad física. No importa si se ejercitan en un centro de entrenamiento, practican un deporte específico o simplemente salen a caminar por colectora…me dirijo a aquellas principalmente, que se sienten identificadas con el entrenamiento en general.

Confieso que es una nota un tanto “tabú”, por lo menos para mi…hay cosas de las que tengo conocimiento, investigo, pregunto, pero no voy caminando por el pasillo conversando de “cuestiones femeninas” como si fuese un tema que se habla cotidianamente en el gimnasio.

Sé que a menudo, el tema que hoy me tiene haciendo este preámbulo, puede ser un tanto difícil de dialogar en muchos ámbitos, pero hoy quiero romper con esos mitos y hablarles con total sinceridad.

Por eso y sin más, agradezco a “la señorita” que se interesó en que charlemos sobre el ciclo menstrual y el entrenamiento físico.

Arranquemos entendiendo que el ciclo menstrual se divide en varias fases, y cada una tiene sus propias características. Comprender estos períodos no solo es importante para la salud, sino que también puede ayudar a optimizar los entrenamientos.

Primero veamos la Fase de Menstruación (Días 1-5), que aunque pueda parecer que durante este periodo el cuerpo está en su peor momento, lo cierto es que muchas mujeres se sienten mejor haciendo ejercicios de baja intensidad. En mi experiencia, mujeres que entrenan en esta fase descubren que actividades suaves, como caminar, hacer yoga o pilates, pueden aliviar dolores y mejorar el estado de ánimo. ¿Por qué no aprovechar esta oportunidad para cuidar el cuerpo de manera suave y consciente?

Luego aparece la Fase Folicular (Días 6-14) y es donde los estrógenos (hormonas sexuales femeninas) empiezan a aumentar por lo que hay más energía. Es una fase perfecta para arrancar entrenamientos de pesos pesados. El cuerpo responde mejor a los ejercicios de resistencia, y ese aumento de energía les permite trabajar con más intensidad. Es el momento ideal para desafiarse a una misma y aprovechar esa fuerza renovada.

En tercer lugar viene La Ovulación (Días 14-16). Durante esta fase, cuando los niveles de estrógeno y testosterona están en su punto más alto, muchas mujeres se sienten más fuertes y con más ganas de entrenar duro. En este periodo, los entrenamientos de alta intensidad, como la fuerza, hacer varios kilómetros en bici o una clase completa de ritmos bien “al palo” es más efectiva. ¡Si se sienten que este es el momento para alcanzar nuevos objetivos, es porque sus cuerpos están listo para hacerlos realidad!

Y por último tenemos la Fase Lútea (Días 17-28) En donde los niveles de progesterona (hormona que regula el ciclo menstrual, entre otras) aumentan, y esto puede generar sensaciones de cansancio o mayor incomodidad.

Las mujeres en este periodo a menudo sienten que su rendimiento baja un poco, y eso está bien. El cuerpo está pidiendo un descanso. Por eso, en este momento, les sugiero que adapten el entrenamiento a actividades de menor impacto, como bici bien tranqui o ejercicios de bajo volumen y poco peso. Respetar estos cambios naturales es clave para evitar lesiones y seguir disfrutando del ejercicio.

En fin, no se trata de hacer ajustes drásticos, pero sí de entender y escuchar cómo se sienten durante cada fase. Al respetar las señales que cada cuerpo brinda de manera personal, los entrenamientos se vuelven más efectivos y mucho más placenteros. Así que, ¿por qué no aprovechar esos días en los que sienten más fortaleza para desafiarse un poco más, o reducir la intensidad en aquellos en los que el cuerpo pide un respiro?

Les cuento un dato de color. Mientras armaba este artículo me percaté de que existen numerosos estudios donde se respalda lo que les cuento. Por ejemplo, uno de ellos fue el escrito por Frankovich y Lebrun en el 2000, donde se sugiere que los niveles más altos de estrógeno en la fase folicular pueden mejorar el rendimiento en deportes como la Halterofilia, por lo cual se debe buscar que las deportistas compitan en ese periodo y no en la fase lútea, ya que pueden tener mayor fatiga.

Ahora sí, para ya ir emprendiendo la retirada, mi intención con este artículo no es solo brindarles información, sino también hacer que se sientan comprendidas, cuidadas y respetadas. La clave no está en pelear contra el ciclo de cada una, sino en entrenar de la mejor manera, comprendiéndolo.

Así que, la próxima vez que entrenes, te invito a recordar que tu cuerpo tiene sus propios ritmos, y aprender a escucharlos es la mejor manera de aprovechar todo tu potencial.

Por Juan Andrés García
(Profesor Nacional de Educación Física)

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