En nuestra búsqueda de una vida activa y saludable, a menudo nos enfrentamos a lesiones que pueden enlentecer o frenar nuestro progreso; nos ponen “obstáculos” que nos corren de los objetivos a corto plazo que tenemos, si es que somos deportistas de cualquier índole.
Los esguinces y distensiones de ligamento en el tobillo y la muñeca son dos de esas lesiones comunes que pueden afectar a cualquier persona y/o atleta de todas las edades y niveles de actividad física. En esta nota del Correo de Firmat, exploraremos estos tipos de lesiones, sus grados (1, 2 y 3), cómo se tratan, cuándo es necesario inmovilizar y cómo identificarlas.
Pero para que esta nota tenga mayor contenido científico y como lo prometí en la nota anterior, que mejor charlar con un especialista que ve y atiende frecuentemente este tipo de lesiones: el licenciado en Kinesiología y Fisiatría Leonardo Rossi (Mat. 2494/2).
Para darle un orden a la nota debemos responder a ¿Qué son los Esguinces y Distensiones de Ligamento?
“El esguince es un mecanismo lesional que puede afectar a distintos tejidos de nuestras articulaciones, ya sea en el tobillo o la muñeca. El mismo puede afectar ligamentos, cartílago, tendones, hueso, entre otros. Los más habitual es que se afecten los ligamentos, que son como bandas elásticas que sostienen nuestras articulaciones y permiten el movimiento” señala el kinesiólogo.
¿Qué Grados de Esguinces y Distensiones existen?
“Normalmente, la bibliografía los divide en tres:
Grado 1: en este nivel, el ligamento sufre una distensión leve, donde no hay ruptura. Puede haber dolor y una ligera hinchazón, pero la articulación generalmente conserva su estabilidad. El tratamiento implica descanso, aplicación de hielo y ejercicios de fortalecimiento y propiocepción.
Grado 2: aquí, el ligamento se estira y desgarra parcialmente. El dolor es más intenso, y la hinchazón es notable. La articulación puede volverse menos estable. La inmovilización con una férula o vendaje puede ser necesaria, junto con la recuperación adecuada posterior.
Grado 3: este es el esguince más grave, donde el ligamento se desgarra completamente. El dolor es intenso, y la hinchazón es significativa. La articulación se vuelve inestable. La inmovilización es esencial, y la cirugía puede ser necesaria en algunos casos”.
¿Cuál es el tipo de Tratamiento y Recuperación más recomendable?
“El tratamiento adecuado, respetando los tiempos de cicatrización, es esencial para una recuperación exitosa. Los kinesiólogos que rehabilitamos lesiones de índole traumatológicas aconsejamos en un primer periodo:
•Descanso: en todos los grados, es crucial darle a la articulación tiempo para sanar. Evite actividades que puedan agravar la lesión y que generen dolor. •Aplicación de Hielo: aplicar hielo durante 15-20 minutos varias veces al día ayuda a reducir la hinchazón y el dolor.
•Compresión: el uso de una venda elástica o un taping compresivo puede proporcionar apoyo y reducir la hinchazón inicial.
•Elevación: elevar la extremidad afectada ayuda a disminuir la hinchazón”.
Y el Licenciado agrega: “en una segunda etapa vendría lo que es la Carga Progresiva”, donde la fisioterapia, los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento supervisados por un profesional son esenciales para recuperar la fuerza y la movilidad, sin dejar de realizar ejercicios de fortalecimiento y propioceptivos, incluso, luego de la vuelta al campo de juego”
¿Cuándo se debe Inmovilizar?
“La inmovilización es un tema que queda a criterio de los traumatólogos. Ellos son quienes deben, mediante sus conocimientos y evaluaciones, recomendarla. Por lo general se recomienda principalmente en esguinces de grado 2 y 3 para estabilizar la articulación y permitir una curación adecuada. Esto puede lograrse mediante el uso de férulas, vendajes o yesos, dependiendo el grado de lesión ligamentaria y si hay lesiones asociadas (cartílago, hueso). Pero quiero recalcar que son los médicos quienes determinarán la necesidad de inmovilización según la gravedad de la lesión y son tiempos que deben ser respetados”
¿Cómo podemos identificar un Esguince?
“Identificar un esguince puede ser esencial para buscar tratamiento a tiempo” me cuenta Leonardo. A continuación dejo algunos signos y síntomas de advertencia, que van asociados al movimiento brusco que sufrió la articulación:
•Dolor agudo en la articulación.
•Hinchazón alrededor de la articulación. •Hematomas o decoloración en la piel. •Dificultad para mover la articulación.
•Sensación de inestabilidad o debilidad en la articulación.
A lo que agrega “Es importante recordar que la automedicación o el autodiagnóstico no son recomendables. Si se experimenta alguno de estos síntomas, es mejor consultarle al médico”.
En conclusión, los esguinces y distensiones de ligamento son lesiones que pueden ocurrir en cualquier momento. La clave para una recuperación exitosa es el diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. Siempre consultar a un profesional de la salud o para obtener orientación específica sobre qué tipo de lesión puedo estar teniendo.
Con paciencia y cuidado, seguramente aquellos “rengos y mancos” estarán de vuelta en movimiento en poco tiempo, disfrutando de su vida activa y saludable.
Por Juan Andrés García
(Profesor Nacional de Educación Física)