En esta nota, vamos a ver cómo los científicos pueden predecir que se verá en el cielo nocturno una nueva estrella a simple vista, al menos por un tiempo, y luego se apagará. Ya ocurrió en 1945 y ocurrirá de vuelta en 2024. ¡A mirar el cielo!

Durante el mes de julio o agosto, los entusiastas de la astronomía tendremos la oportunidad de presenciar un fenómeno extraordinario: una nueva estrella visible a simple vista en el cielo. Para verla, habrá que mirar hacia la constelación de Corona Borealis (desde Firmat, se encuentra mirando hacia el norte bastante cerca del horizonte). Este evento se debe a la explosión de una nova, un tipo específico de estrella que experimenta un aumento repentino y drástico en su luminosidad.
La predicción de esta explosión se basa en observaciones realizadas en 1945. En ese año, los astrónomos notaron una disminución en la cantidad de luz proveniente de una estrella en la constelación de Corona Borealis. La estrella era visible únicamente con telescopios. No obstante, exactamente 13 meses después de esta disminución de luz, la estrella explotó, aumentando muchísimo su luminosidad y convirtiéndose en una estrella visible desde la Tierra. Esta correlación entre la disminución de la luminosidad y la posterior explosión es la que se usa ahora para prever eventos futuros.

En 2023, los astrónomos volvieron a observar una disminución similar en la luminosidad de la misma estrella. Basándose en el patrón observado en 1945, se espera que esta estrella vuelva a explotar en julio o agosto de 2024, ofreciendo un espectáculo celeste que podrá ser apreciado sin la necesidad de telescopios (se verá la constelación Corona Borealis con una estrella extra). La página web spaceweather.com publica día a día cuánta luminosidad emite esa estrella. Hoy, está en una magnitud 10.4. En unos días (no se sabe exactamente cuándo pero sí se sabe que ocurrirá) su brillo aumentará más de 1500 veces su valor actual y pasará a ser visible a simple vista.
Este tipo de explosión cósmica ocurre en ciertos tipos de estrellas dobles (que, a diferencia de nuestro Sol, son dos estrellas girando una alrededor de la otra en vez de una sola). En particular, este sistema binario está compuesto por una estrella Gigante Roja y una Enana Blanca. La gigante roja es una estrella que agotó el hidrógeno en su núcleo y se expandió, mientras que la enana blanca es una estrella densa y pequeña formada por los restos de una estrella que ha perdido sus capas exteriores. En este sistema binario, la gigante roja pierde material que es capturado por la gravedad de la enana blanca. Este material, compuesto, principalmente, de hidrógeno, se acumula en la superficie de la enana blanca. A medida que se acumula más material, aumenta la presión y la temperatura en la superficie de la enana blanca hasta que se desencadena una reacción de fusión nuclear. Esta reacción libera una cantidad enorme de energía, provocando la explosión que observamos como una nova. Al parecer, esta explosión es cíclica y, para esta estrella, se da cada 79 años. Ojalá podamos apreciarlo bien desde Firmat.

Recomendación de un libro de divulgación científica
En mi nota anterior, compartí un Best Seller: Armas, Gérmenes y Acero de Jared Diamond. No quiero esforzarme por compartir recomendaciones sobre libros que sienta que muy pocos conocen. En su lugar, creo fervientemente que los Best Seller, al menos en divulgación de la ciencia, son realmente recomendables. El de hoy, además de Best Seller, es un clásico: Historia del tiempo, de Stephen Hawking.
Stephen Hawking, probablemente uno de los científicos más famosos del mundo, quien lamentablemente para la enorme mayoría de la población fue más conocido por su condición debido a su enfermedad, realizó avances impresionantes en física teórica, especialmente en el estudio de los agujeros negros. No solo fue un científico genial, sino que también fue un excelente divulgador de la ciencia.

Por Bernardo Bazet Lyonnet
(Lic. en Biotecnología)